Según datos proporcionados por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el retiro (Consar) al medio online El Universal, el 50 por ciento de las cuentas individuales se encuentran inactivas.
La Consar reveló que hay un total de 41 millones de cuentas registradas en las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores), pero cerca de la mitad no recibe aportaciones patronales dentro de los últimos 36 meses.
Esto se debe a la gran rotación laboral que existe en México, el poco trabajo estable y la crisis económica que se afrontó, explicó al mismo medio el investigador de la UNAM, Ciro Murayama.
De continuar con esta tendencia, serán pocas las personas que logren cumplir con las mil 250 semanas cotizadas (24 años) que exige la ley para poder acceder a una pensión mínima.
Según el investigador, cuando se planteó el retiro mediante Afores se partió de la base errada de la estabilidad en el trabajo formal y que sólo el 25 por ciento de la población tiene un trabajo estable, en consecuencia, quienes no estén dentro de este 25 por ciento tendrían problemas a la hora del retiro.
Las personas que cobran por honorarios, los que se encuentren subcontratados por outsourcing, los que están en constante rotación y no son inscritos por sus patrones en el Seguro Social, enfrentarán dificultades.
Todo esto sirve de argumentación en contra del sistema de Afores, el cual ya había sido detallado por el ex director del IMSS, Santiago Levy, en su libro Buenas Intenciones, malos resultados.
Levy escribió que una gran parte de los trabajadores que actualmente se encuentran activos, no alcanzarán al momento del retiro a contar con una pensión mínima.
Igualmente cabe destacar que de no juntar las semanas requeridas para la obtención de la pensión mínima, se podrá solicitar la liberación del total de los recursos. Basta con ir ante el IMSS y solicitar una “negativa de pensión” y presentar ésta en la Afore donde se hayan realizados los aportes y se podrá recuperar el dinero ahorrado, ya que continuarán generando rendimientos.