Déficits comerciales, sus causas y efectos

Un déficit comercial es una cantidad por la cual el costo de las importaciones de un país  excede sus exportaciones. Es una forma de medir el comercio internacional y también se denomina balanza comercial negativa . Puede calcular un déficit comercial restando el valor total de las exportaciones de un país del valor total de sus importaciones.

Se trata de una métrica mucho más importante de lo que pudiera parecer, básicamente porque va a medir la cantidad de eficacia de los sistemas comerciales, pero, también, porque contribuye de manera notable a la salud de la economía de los países.

Vamos a tratar de entender mejor cómo funciona un déficit comercial, las causas que lo componen y los efectos que puede motivar.

Causas

Un déficit comercial ocurre cuando un país no produce todo lo que necesita y toma prestado de estados extranjeros para pagar las importaciones. Eso se llama el déficit de cuenta corriente. 

También se produce un déficit comercial cuando las empresas fabrican bienes en otros países. Las materias primas para la fabricación que se envían al extranjero para la producción en fábrica cuentan como exportación. 

Los productos manufacturados terminados se cuentan como importaciones cuando se envían de vuelta al país. Las importaciones se restan del  producto interno bruto del país a pesar de que las ganancias pueden beneficiar el precio de las acciones de la empresa y los impuestos pueden aumentar el flujo de ingresos del país.

Efectos 

Inicialmente, un déficit comercial no es necesariamente algo malo. Puede elevar el nivel de vida de un país porque los residentes pueden acceder a una mayor variedad de bienes y servicios a un precio más competitivo. También puede reducir la amenaza de inflación ya que crea precios más bajos

Con el tiempo, un déficit comercial puede causar más  subcontratación de puestos de trabajo a otros países. Como un país importa más bienes de los que compra internamente, entonces el país de origen puede crear menos empleos en ciertas industrias. Al mismo tiempo, es probable que las empresas extranjeras contraten nuevos trabajadores para satisfacer la  demanda  de sus exportaciones.

Un país con déficit comercial gasta más en importaciones que en sus exportaciones. A corto plazo, una balanza comercial negativa frena la inflación. Pero con el tiempo, un déficit comercial sustancial debilita las industrias nacionales y reduce las oportunidades laborales. Una gran dependencia de las importaciones también deja a un país vulnerable a las recesiones económicas. Las devaluaciones de la moneda, por ejemplo, encarecen las importaciones. Esta situación estimula la inflación.

Las entidades extranjeras financian los déficits comerciales prestando bienes a los españoles o invirtiendo en acciones o bienes raíces españolas. Cuantos más extranjeros quieran invertir en España, más fácil será para el país financiar su déficit comercial.

 

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