Las Pensiones no contributivas y asistenciales funcionan como complemento de los esquemas pensionarios obligatorios.
Estos apoyos en el sistema tradicional de pensiones tienen un efecto positivo en la reducción de la pobreza en los países que lo aplican.
Las pensiones no contributivas y asistenciales están financiadas por el estado y son pensiones básicas solidarias que cubren los riesgos de vejez e invalidez.
Sólo podrán acceder a este beneficio aquellas personas que se encuentren fuera del sistema previsional o las que perciban una pensión inferior o igual a la mínima garantizada por el Estado.
Con la reforma de la ley de Seguro Social en 1995, se aplicó esta pensión mínima y garantizada por el Estado, la cual equivale al salario mínimo vigente en el Distrito Federal, indexado con la inflación.
Podrán acceder a este beneficio aquellos trabajadores que no alcancen a cobrar una pensión equivalente al salario mínimo en el Distrito Federal y que tengan 1.250 cotizaciones semanales.
Para cesantía por edad avanzada, se deberá tener 60 años cumplidos, por vejez se deberá alcanzar los 65 años de edad.
